Atrás quedaron las PASO y el sabor amargo para las ilusiones del excelentísimo intendente Joaquín de la Torre. También, las consultoras, asesores y encuestas que le pronosticaron un amplio triunfo.
El exiguo 31% , casi el 70% del electorado le dio la espalda a la gestión De la Torre y acompaño otras opciones. Lejos, muy lejos del "estoy en el 54%" que vociferaba el intendente a quién se le cruzara en el camino.
Tan complicado el panorama del oficialismo local que no tuvo la mejor idea de recurrir a nuevos asesores de imagen y comunicación para mejorar su performance. Le recomendaron abandonar la ridícula gorra color marrón.
"Joaquín hay que apendejarte". recomendaron los gurúes. Y copiando el exitoso y juvenil estilo del Ingeniero Franco La Porta, sin escalas le calzaron una camperita de las tres tiras...
Y como la Nona siempre decía: "Aunque la mona se ponga la campera..."
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